Diagnosticar y tratar el queratocono, incluyendo opciones como las lentes de contacto especiales.
Comprender el queratocono
El queratocono es una enfermedad ocular progresiva caracterizada por el adelgazamiento y abombamiento de la córnea, la superficie frontal transparente del ojo.
Esta distorsión puede provocar visión borrosa, sensibilidad a la luz y distorsión visual, afectando a la calidad de vida del individuo.
El diagnóstico precoz del queratocono es crucial, ya que un tratamiento rápido puede ayudar a controlar sus síntomas y detener su progresión.
Esta guía ofrece una introducción concisa a los procesos de diagnóstico y a las diversas opciones de tratamiento disponibles, ayudando a los pacientes a recorrer su camino hacia una visión más clara y una mejor salud ocular.
Tanto si eres nuevo en este diagnóstico como si buscas las últimas intervenciones, comprender el queratocono es el primer paso hacia un cuidado ocular óptimo.
Síntomas del queratocono:
Si tú o alguien que conoces experimentáis alguno de los síntomas siguientes, puede ser indicativo de queratocono:
- Visión borrosa o distorsionada
- Mayor sensibilidad a la luz
- Dificultad para conducir de noche
- Empeoramiento repentino o nubosidad de la visión
- Cambios frecuentes en la graduación de las gafas
¿A quién afecta el queratocono?
El queratocono suele comenzar entre la adolescencia y los 20 años, pero puede empezar a cualquier edad.
Su progresión puede ser rápida o lenta, y puede afectar a uno o a ambos ojos.
Varios factores pueden contribuir a su aparición o progresión, entre ellos
- Genética: Puede ser hereditaria.
- Factores ambientales: Frotamiento frecuente de los ojos y exposición a los rayos ultravioleta.
- Afecciones asociadas: Alergias, eczema y trastornos del tejido conjuntivo.
¿Cómo se diagnostica el queratocono?
La detección precoz es vital.
Los oftalmólogos pueden diagnosticar el queratocono mediante:
- Exploración ocular: Revisión de los antecedentes médicos y familiares del paciente.
- Prueba de refracción: Determina la prescripción de gafas o lentes de contacto.
- Examen con lámpara de hendidura: Inspecciona la córnea y otras zonas del ojo.
- Queratometría: Mide la forma de la córnea.
- Topografía corneal: Proporciona un mapa detallado de la forma de la córnea.
- Paquimetría: Mide el grosor de la córnea.
Tratamientos disponibles para el queratocono:
El objetivo del tratamiento es mejorar la visión y detener la progresión de la enfermedad.
Dependiendo de su gravedad, hay varios tratamientos disponibles:
- Gafas o lentes de contacto blandas: Para casos leves.
- Lentes de contacto duras: Proporcionan una superficie más lisa para corregir los problemas de visión.
- Lentes piggyback: Llevar lentes blandas y duras para mayor comodidad y claridad.
- Lentes híbridas: Una mezcla de lentes duras y blandas.
- Lentes esclerales: Cubren una porción mayor de la esclerótica o parte blanca del ojo.
- Intacs: Implantes quirúrgicos para remodelar la córnea.
- Reticulación del colágeno: Procedimiento para reforzar el tejido corneal.
- Trasplante de córnea: Recomendado para casos graves en los que otros tratamientos no ayudan.
Lentes de contacto especiales para queratocono
El queratocono puede provocar un astigmatismo irregular, en el que la córnea se vuelve irregular.
Esta irregularidad dificulta que las gafas normales y las lentes de contacto estándar proporcionen una visión clara.
Las lentes de contacto especiales están diseñadas para tratar esta forma única, ofreciendo una visión más nítida y una mayor comodidad a las personas con queratocono.
Lentes rígidas permeables al gas (RGP):
¿Qué son?
Las lentes RGP están hechas de un material semirrígido que permite el paso del oxígeno al ojo.
¿Cómo funcionan?
La naturaleza rígida de estas lentes ayuda a crear una superficie refractiva lisa, compensando la forma irregular de la córnea.
La lente salta sobre la córnea, apoyada por una fina capa de líquido lagrimal entre la córnea y la lente, lo que ayuda a la comodidad y a la corrección de la visión.
Lentes híbridas:
¿Qué son?
Las lentes híbridas combinan las características de las lentes duras y blandas.
Tienen un centro rígido para corregir la visión y un faldón de lente blanda para mejorar la comodidad.
¿Cómo funcionan?
El centro rígido proporciona una línea de visión clara al cubrir la córnea en forma de cono, mientras que el faldón blando asegura que la lente esté centrada y sea cómoda.
Lentes a cuestas:
¿Qué son?
Consiste en llevar dos lentes en un ojo: una lente de contacto blanda debajo de una lente rígida permeable al gas.
¿Cómo funcionan?
La lente blanda actúa como base amortiguadora de la lente RGP.
Este sistema puede proporcionar las ventajas de visión nítida de las RGP al tiempo que ofrece la comodidad de las lentes blandas, especialmente para quienes les resulta difícil llevar sólo RGP.
Lentes esclerales y semiesclerales:
¿Qué son?
Son lentes de mayor diámetro que se asientan sobre la esclerótica (la parte blanca del ojo) y no sólo sobre la córnea.
¿Cómo funcionan?
Saltan sobre toda la superficie corneal, asegurando que no haya contacto directo con la córnea en forma de cono.
El espacio entre la superficie posterior de la lente y la córnea se rellena con una solución salina, que proporciona comodidad y garantiza una visión uniforme.
¿Qué lente es la adecuada para ti?
Elegir la mejor lente depende de la forma y gravedad de tu queratocono, así como de tu comodidad personal y tus necesidades de visión.
Es esencial trabajar estrechamente con un profesional de la visión especializado en la adaptación de lentes de contacto para el queratocono.
Puede evaluar tus necesidades, ofrecerte recomendaciones personalizadas y garantizar una adaptación adecuada para una visión y comodidad óptimas.
Las revisiones periódicas son esenciales
Tu córnea puede cambiar de forma a medida que avanza el queratocono, lo que significa que con el tiempo podrías necesitar ajustes en la graduación o el tipo de tus lentes de contacto.
Las citas periódicas con tu oftalmólogo garantizan que siempre obtengas la mejor corrección visual posible.
Preguntas frecuentes (FAQ) Queratocono
El queratocono es una enfermedad ocular progresiva en la que la córnea, normalmente redonda, se adelgaza y empieza a abombarse en forma de cono, lo que provoca distorsiones de la visión.
La causa exacta sigue siendo desconocida, pero se cree que es una combinación de factores genéticos, ambientales y hormonales.
El frotamiento frecuente de los ojos y ciertas afecciones como las alergias y el eccema también pueden contribuir.
Se diagnostica mediante un examen oftalmológico completo que puede incluir queratometría (para medir la forma de la córnea), topografía corneal y paquimetría (para medir el grosor de la córnea).
Aunque el queratocono puede afectar significativamente a la visión, rara vez conduce a la ceguera total.
Sin embargo, si no se trata, puede progresar hasta un punto en que la visión se vea gravemente comprometida.
Las opciones de tratamiento van desde gafas y lentes de contacto especiales para los casos leves hasta intervenciones quirúrgicas como el entrecruzamiento corneal y los trasplantes de córnea para los casos más graves.
El queratocono tiene un componente genético y puede ser hereditario.
Sin embargo, no todas las personas con antecedentes familiares desarrollarán la enfermedad.
Aunque el queratocono no tiene cura, su progresión puede detenerse o ralentizarse con tratamientos como el crosslinking corneal.
El objetivo es estabilizar la córnea y mejorar la visión.
El queratocono afecta aproximadamente a 1 de cada 2.000 personas en todo el mundo.
Suele aparecer entre el final de la adolescencia y el principio de la veintena.
Sí, muchas personas con queratocono llevan lentes de contacto.
Las lentes especiales, como las rígidas permeables al gas (RGP), las híbridas y las esclerales, están diseñadas para adaptarse a la forma irregular de una córnea queratocónica.
El queratocono suele afectar a ambos ojos, aunque puede progresar a ritmos diferentes en cada ojo, lo que provoca distintos grados de deterioro de la visión.